QUÉ HACEMOS
Más vale prevenir que curar. Al igual que un buen médico de cabecera, un buen abogado no solamente debe solucionar los litigios una vez sucedidos, sino que debe asesorar a sus clientes para que eviten los problemas legales.
Gracias a nuestra experiencia y a nuestros conocimientos en resolución de conflictos, somos capaces de anticipar posibles conflictos que pudieran ocurrir en situaciones de cambio (compra de viviendas, instalación en el extranjero, cambio de situación familiar…) o de creación (construcción, constitución de sociedades, creación de un nuevo negocio…) para minimizar los riesgos de futuros problemas legales.
En el caso de acudir a nosotros una vez que se haya presentado el problema legal, buscamos soluciones no conflictivas mediante la negociación y la mediación con la o las parte(s) contraria(s), con el fin de evitar en la mayor medida posible tener que llegar hasta un juicio.
Cuando el juicio no se puede evitar y resulta ser la única vía posible de resolución de un conflicto, nuestra gran experiencia en la Corte nos permite anticipar los posibles riesgos del procedimiento judicial y reunir las mejores condiciones para la defensa de nuestros clientes.
Un ahorro de tiempo, dinero y energía para nuestros clientes, y un mayor bienestar tanto en su vida personal como profesional.